Las personas a veces están tan inmersas en el día a día que se olvidan de todo lo bueno que la vida les ofrece. Entrar en el modo queja es muy fácil y parece hasta inofensivo. La única manera de erradicar la queja es siendo consientes de que existe y de que le hace mal al ser humano.
¿Por qué en vez de quejarte, mejor no agradeces? Ser feliz es una decisión diaria. Si solo ves problemas, si solo ves lo negativo y ahí te quedas, estarás restándote bendiciones; le estarás dando el poder de tu felicidad a algo más. Te estarás matando lentamente, porque eso hace la queja, te destruye anímicamente y te imposibilita.