El consejo generalmente tiene la intención de ser útil. Y muchas personas ofrecen orientación y sugerencias, incluso les dicen a otros lo que deben hacer, sin que se les pregunte. Independientemente de las intenciones, dar consejos no deseados puede ser molesto, intrusivo e incluso manipulador.
Repetidamente dar consejos no solicitados puede contribuir a generar problemas o discusiones. Es irrespetuoso y presuntivo insertar sus opiniones e ideas cuando no se desean. Los consejos no solicitados pueden incluso comunicar un aire de superioridad porque se asume que la persona que está dando el consejo es mejor o más sabio que el otro.